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Si eres administrador y causas daños por negligencia,  a la misma sociedad o a terceros, puedes responder con tu patrimonio.

Si aceptas ser administrador de una sociedad, exige la contratación de una póliza de seguros de responsabilidad civil de administradores y directivos.

Y asegúrate que la póliza cubra:

  • Los riesgos más habituales de un administrador y los que creas que se puedan dar en tu empresa en particular.
  • Las reclamaciones que se reciban después de haber dejado el cargo.
  • Efectos retroactivos, que la póliza tenga efecto desde la fecha de su nombramiento.